Yo quiero una Vespa!

Yo llevo mi gusto por lo retro hasta sus últimas consecuencias. Adoro la estética de los vehículos antiguos pero, sobre todo, la de la Vespa. Mataría por una antigua de verdad, aunque las reproducciones actuales son adorables. 

Yo quiero una Vespa. Es perfecta para sortear los atascos de la gran ciudad, y se acabarían mis problemas de aparcamiento. Gastan menos combustible que un coche, pagan menos impuestos, las plazas de garage para moto son más baratas... Si es que son todo ventajas! El casco despuchurraría mis tímidos cardados, pero bueno, ya me encargaría yo de llevar siempre un bote de laca encima, faltaría más.

Yo quiero una Vespa. 

Rosa, por cierto.

Pero el exagerado de Mr. Pátula dice que me atropellarían en cuanto saliera a la carretera... Intenta asustarme alegando que los accidentes de moto son muchísimo peores que los de coche, que siempre hay mucha más sangre y que el riesgo de descoyuntamiento es mucho mayor. Dice que por la noche las motos apenas se ven y que en las rotondas, tampoco. Que si llueve, como poco, me empaparía, y como mucho, me resbalaría y acabaría estrellándome. Que si hace frío, me tendrían que amputar las manos por congelación; que si hace sol, mi piel blanca se achicharraría y tendría manchas todo el verano. Que si la dejas en la calle, te la roban, o le rompen los espejos o le rajan el sillín.Que si se me rompe en invierno en plena M-40, no puedo meterme dentro para resguardarme del frío mientras viene la grúa... Y así, eternamente...

Me abruma tanta negatividad... Con lo bien que me hubiera quedado a mí una Vespa rosa. 

O de cualquier color...

Foto: Peonies and Polaroids