Saludo al sol...

Me he divertido mucho leyendo vuestros comentarios del post anterior, sois geniales! He recibido también algunos correos privados dándome cientos de consejos y pidiéndome más detalles del pibón... Pero mira que sois cotillas!!! Pues por desgracia no he sabido nada de él y tampoco he logrado recordar nada nuevo. He puesto el piso patas arriba, intentando dar con alguna pista, pero no he encontrado más que dos gomas del pelo que no me pertenecen. Pero por más que las miro, no me dicen nada. En fin, por lo pronto ya tengo excursión prevista este viernes al mismo garito nocturno en el que lo conocí. Esta vez llevaré grabadora, por si las moscas...

Cambio de tercio.

Un anónimo muy simpático y de poéticos ojos azules me sugirió que contara mi reciente experiencia en el gimnasio. Y me pareció una gran idea. Ésta tampoco tiene desperdicio...

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Hace ya algunos meses que dejé mis clases de flamenco por diferentes motivos que ahora no vienen a cuento. Lo que quiere decir que llevo un tiempo más que considerable sin mover mi soberano culo, lo cual me ha sido justamente castigado con cuatro kilitos de más.

Ahora no me cabe la ropa que tenía y tampoco tengo ahorros para renovar mi armario, porque, como bien recordaréis, me lo gasté todo en Brighton con tanta ida y venida.

Así es que no me ha quedado más remedio que apuntarme al gimnasio. Llevo un mes y estoy súper contenta, aunque aún no sé muy bien por qué... No he adelgazado ni un gramo y me he jodido los tobillos y las rodillas por usar unas zapatillas inadecuadas. Lo de las zapatillas ya está solucionado: son más feas pero mejores para mis pies.

El primer día llegué y me encontré con un montón de clases de Body's: que si Body Step (no, mucho saltito para mí), que si Body Attack (no, demasiado agresivo), Body Combat (no, movimentos demasiado masculinos y luego una coge vicio), Body Jam (no, demasiadas vueltas, y yo me mareo con mucha facilidad), Body Pump (no, yo el rollo ese de las pesas nunca lo he entendido, seguro que me parto la espalda), Body Vive (y eso qué es lo que es??? Ante la duda, NO), Body Balance (tipo Pilates, suavito). Venga, pues Body Balance, que eso de sudar no debe de ser bueno para el cuero cabelludo. 

Entro en la clase toda contenta. Señoras mayores. Bien, aquí sudar no vamos a sudar mucho. Cogemos posiciones y entra el monitor.
Perdón, El Monitor.

Mierda... el tío buenorro que me enseñó ayer el gimnasio, pero ahora con pantalón prietico... Ay, qué apuro, con lo torpe que yo soy! Igual si me doy la vuelta discretamente y salgo sin hacer ruido... 

"Hombre, Tula, Me alegro de verte por aquí. Verás como lo pasamos bien!".

Oh, shit!

Empezamos con los estiramientos. Bien. Yo pensaba que era más flexible, pero bueno, no pasa nada, es sólo el principio. Empezamos con las posturitas orientales y descubro que tampoco ando muy bien de equilibrio. Miro a mi alrededor, todas tiesas como velas y la única que tiembla y aletea en el aire soy yo. Bueno, seguro que en cuanto se me calienten los músculos soy capaz de centrar mi eje. Activemos el abdomen. Luego me enteré de que activar el abdomen no es meter y sacar el ombligo espasmódicamente como si se estuviera bailando la danza de los 7 velos. No. Activar el abdomen parece que es algo así como undir el ombligo hacía las costillas pero sin sacar chepa. Imposible. Bueno, es falta de práctica. 

Y ahora, saludemos al sol...

Adelantamos una pierna, echamos hacia atrás la otra, echamos el tronco hacia alante y lo giramos al frente. Subimos el brazo recto apuntando al sol, giramos la cabeza en dirección a la mano y miramos al sol. Así:

Y yo mirándolo a él: "Ojú, qué hombre más guapo, qué brazos, qué pectorales, qué marcadito todo..." 

Y él: "Miramos al sol todas, por favor"

Y yo: "Mare mía, qué piernas, qué cosa más bien hecha..."

Y él: "Al sol, todas, por favor, concentración"

Y yo: "Este tío se tiene que pasar horas y horas levantando pesas, porque si no ya me dirás tú de dónde..."

Y él: "TULA! Que mires al sol!!!"

Y yo: "Pues quítate de ahí, coño!"

Ataque de risa a él y descojone generalizado en la sala. Cuerpos al suelo y a tomar por culo la concentración, el karma y el diálogo cuerpo-mente... Ea, pues ya está, la única clase que se me adaptaba y ya no me van a dejar venir más. 

Acaba la clase y yo salgo que me las pelo, para no cruzármelo. Pero oh, me olvido de que voy descalza... Me vuelvo y me pongo las zapatillas todo lo rápido que puedo. Veo que viene hacia mí... Joer, ¿a que me voy con los cordones desatados?. Se acerca... Se me lían los dedos con los cordones. Cada vez más cerca. Joder! Las próximas me las compro con velcro, como las de Xuxa Park de mi 10º cumpleaños. Pues ea, me voy con los cordones desatados!

"Tula, Tulita, Tula...", suena a mi espalda.

Todas las imágenes de Weheartit y Pinterest

Me pongo firme, bajo la mirada al suelo, me agarro las manos fuerte y empiezo a dar saltitos cual quinceañera. "Perdón, perdón, perdón", es lo único que alcanzo a decir. Sigo dando saltitos sin sentido, me piso un cordón y casi me caigo. Me agarra fuerte, como diciendo "¡para quieta un rato, leñe!", yo lo miro con cara de "mátame aquí mismo y me ahorras el mal rato", él se echa a reír y me dice "Ay, Tulita, nunca nadie me había jodido una clase con tanta gracia". A mí me da la risa tonta y me dice: "Volverás, no?". Y yo: "Pues no sé, es que soy súper boba". Bueno, eso no lo dije, pero lo pensé. Y él: "Pero tengo que decirte que me pica la curiosidad por saber si fuera también eres así de divertida". Ups. Yo me sonrojo, no lo pillo, como me pasa siempre, y salgo como alma que lleva el diablo escaleras abajo. "Pues no sé. Hasta mañana". 

Si es que ya no tengo edad para ser tan lenta. Pero es que a mí me pasa como a los hombres, que no pillo las indirectas; si es sí, pues es sí; si es no, pues es no; a mí no me vengas con un sí que en realidad quería decir no, porque no lo pillo ni a la de tres. Si es que yo no sé por qué la gente es tan complicada. Hombre, eso sí, lo pillo al rato, y entonces es cuando empiezo a darme cabezazos contra la pared por no lo haberlo pillado en el momento. 

Bien, pero éste, al menos, está localizado, que no es poco.

Ni que decir tiene que no he vuelto a Body Balance. 

Ahora voy a Body Pump. 

Y también él es mi monitor.

"Tula, ponle más peso a la barra"

"Tula, eso lo levantaría mi hermano pequeño con la... nariz"

"Tula, así no haces gasto calórico" 

"Tula, se te va a caer el disco, ponte recta"

"Tula, levanta el culín"

La última de ayer a la salida del gimnasio toda duchadita y mona. "Tula, ¿en la calle eres igual de floja?"

¿Y ahora qué?

Pero es que eso es demasiado músculo para mí sola...

Ay, Dior, qué sinvivir!