viernes, 8 de julio de 2011

8 de julio

He dicho más de una vez que me considero una persona fuerte, con una gran capacidad de recuperación y  una actitud absolutamente positiva ante la vida. Me lo tomo todo como un juego y huyo de todo aquello que me pueda hacer sufrir. Pues bien, yo soy la versión exagerada de una persona cabal, alegre y también positiva: mi madre.
Mi madre era una señora genial. A ella le debo mi forma de ver la vida, aunque la suya era más responsable, y la mía, fiel a mi estilo, puede parecer pasota. En fin... Siempre predicó con el ejemplo y labró mi carácter y mis principios a base de lecciones. 
La vida nos da golpes y hay que saber reponerse rápido y disfrutar del tiempo que nos quede hasta el siguiente. Es inevitable, todos sufrimos alguna desgracia antes o después, todos nos tenemos que enfrentar a situaciones que nos pueden hundir para siempre o hacernos más fuertes, dependiendo de la actitud con que nos las tomemos. Para mí el mundo es un lugar maravilloso, lleno de gente buena por descubrir, y plagado de segundas oportunidades. A todo soy capaz de verle el lado bueno, y eso me posibilita sonreír siempre. 
Si todo fuera perfecto, qué vida más aburrida. Si todo fuera mal, significaría que he dejado de ser yo.
Y hoy me apetece hablar de mi madre, la persona más extraordinaria que he conocido nunca. 
Ella y yo siempre nos llevamos bien, aunque se pasó la mitad de mi vida intentando comprenderme. Yo era rarita, rebelde en exceso y muy descarada. La sacaba de quicio constantemente.
Mi madre fue una señora tremendamente paciente. Y, claro, como ella solía decir: “¿Y qué remedio me queda? ¿Te mato?” Así es que, efectivamente, no le quedó más remedio que aguantarme. Menos mal que cuando llegué a los 25  años entendió que lo mío no tenía visos de mejorar, ni siquiera de cambiar mínimamente. Me di cuenta de que había tirado la toalla, el día que me dijo: “Hija, tú nunca tengas hijos; no le hagas eso a los pobrecillos” o cuando me dijo “Hija, tú nunca te casarás con un hombre normal; los hombres normales no pueden entenderte... ¿Qué digo? Tú nunca te casarás!!”
El día que conoció a Mr. Pátula, le dijo a mi padre: “Se ve buen chaval. Qué lastima...”
Todas las madres quieren un hombre bueno para sus hijas. Mi madre decía que a mí me tendría que pillar uno malo durante un tiempo para que me bajara los humos. Y sí, últimamente me ha tocado lidiar con algún que otro cabrón... Pero no ha conseguido bajarme absolutamente nada, y mucho menos los humos!!! jajaja!!! Yo soy demasiado arroz para tan poco pollo...
Mi madre tenía unas cosas... Por ejemplo, para ella, las mujeres (refiriéndose a mí, que tenía 12 años) que nada más levantarse se ponían a ver la tele, en vez de arreglar la casa, eran unas marranas. Las que no quitaban la mesa y fregaban los platos nada más terminar de comer (a tomar por culo el repose), unas marranas también. Las que cosían sin dedal, marranas. Esto último no lo he entendido nunca; ¿qué tiene que ver coser con o sin dedal con la limpieza?

Mi madre era una señora genial. 
Y le toqué yo de hija...  
“Hija, ¿tú nunca te cansas de escucharte?”
“Hija mía, tú venías para niña-bien, pero en la otra vida debiste de hacer algo malo para que se te torciera el camino”
“Contenta me tienes” es lo que me decía mi madre, por ejemplo, después de llevar toda la tarde buscándome mientras yo holgazaneaba río abajo con mi bicicleta. Cuando llegaba a la puerta de casa, mi madre ya afónica de tanto llamarme y roja de ira, me decía cual teniente coronel: “Anda, tira pa'dentro, que contenta me tienes... Te vi'árreglar yo a ti!! Ni deberes, ni cena, ni ducha ni ná de ná! Ea, pues así te vas a acostar, con to la roña pegá en la cara y el estómago vacío, a ver si aprendes!". Pero yo nunca aprendía...
 
Qué grande era mi madre...
Todas las imágenes de Weheartit y Pinterest 

21 comentarios:

  1. Yo me veo reflejada en todo lo que dices y sabes que ahora que soy madre creo que lo estoy empezando a pagar. Hay....!!! Quién entiende las cosas de madres e hijas????. Muchos bicos

    http://isauraamandabybastos.blogspot.com/

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  2. Oh cariño! qué bonito homenaje! Post a post me convences aún más de lo grande que eres! Muaksss

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  3. Como de costumbre, un post genial!!!!
    Besos

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  4. Con una hija así, ¿Cómo no va a ser genial la madre? ;=)
    Tula es precioso, precioso, precioso.
    besos

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  5. Me has hecho recordar a la mía! Creo que todas acaban teniendo ese punto de "qué no se me descarrile! que no se me descarrile!" cuando jamás entenderán que ellas no pueden hacer más que...mejor darnos cariño y no gritos ni frases hechas!!
    Yo tengo hijo, pero me ha servido igual.
    Gracias Tula!!

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  6. Sin palabras!!!!!!
    Me ha encantado el post.
    Un millón de abrazos que sé que te gustan!!!!!

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  7. mi madre y yo teniamos una relación parecida. El día que me independicé y me fui relativamente lejos, empecé a parecerme un poco más a mi madre y ella, no se porque, empezó a parecerse un poco más a mi, aunque, ahora que trabajo con ella todos los días, tengo clarisimo que nunca podría volver a vivir con ella, seria estresante ;)

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  8. ...yo me casaré con el que me lleve a Las Vegas

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  9. Me dejas FLipada! ..como son las madres eh??la mía coincide exactamente con la tuya en lo de las "marranadas" cuantas veces me habrá dicho..."niña, se cose con dedal"....miles.!!!!!!!!!!!!!!y sólo sé coser los botones!!!!!!!!!!!!!!!!soy torpe!
    En fin, Tula, que preciosidad de post!
    Vivan las mamis!
    Tu eres grande, como la tuya!
    bsos

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  10. Me emocioné con las palabras a tu mamá, que lindo lo que cuentas, cómo lo cuentas. Estoy segura que ella estaría conmovida también con tu relato. Beso grande!

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  11. Pues menuda panda de marranas estamos hechas...:P

    Nunca pierdas la sonrisa!
    Besos

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  12. Tula una entrada preciosa y al mismo tiempo tronchante, ya me imaginaba yo a tu madre, pues yo con mis hijos más o menos soy igual, es que yo creo que al final repetimos en nuestros hijos lo que hacian nuestros padres con nosotros, me he reido un montón. Un beso y feliz fin de semana. Ana.

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  13. La relación madre-hija, siemre es así, creo.
    Es la que tenía con mi madre y es la que tengo con mis hijas. He pagado haber sacado de quicio a mi madre con creces, pero creo que la vida es así.
    Así que sigue en tu linea, creo que eres genial, y que sea lo que Dios quiera.

    Feliz fin de semana, Tula

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  14. Precioso tu post de hoy, me has recordado tantas cosas a la mia y ami niñez que me has sacado una sonrisa y tambien una lagrima!!
    Genial!!!!
    Bss
    vistetedeseda.blogspot.com

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  15. las madres están hechas de otra pasta...yo hoy realmente me he planteado sin soy de otro planeta, una reflexión realmente seria, porque de tanto oir que estoy loca, al final va a ser cierto ;)

    besis
    clara
    por cierto, creo captar lo del dedal, supongo que le daría un sentido árabe al asunto,jajaja

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  16. Me gusta mucho como eres y como te manifiestas. Admiro tu forma de enfocar la vida, de ver las cosas y de transmitirlas... nunca un homenaje fue tan lleno de sentimiento, tan dulce y al mismo tiempo tan risueño.

    Muchos besos,
    morethanchic.com

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  17. La gente grande nunca deja de ser grande esté donde esté... Que grande ES tu madre y que grande eres tu.
    Un beso Tulita...See you...

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  18. Todas decimos "cuando yo tenga hijos..."
    y al final hacemos lo mismo...
    jeje
    Besos Sarah

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  19. Me ha emocionado tu entrada.
    Mi madre y yo éramos muy distintas, como la noche y el día, pero siempre nos llevamos bien. Creo que intentó hacer de mí una buena persona, que es lo mejor que se puede enseñar en esta vida a un hijo.
    La echo mucho de menos.
    Un beso, Tula.

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  20. Tula, así era yo. Pero ahora, con mi hijo, no sabes cómo se repite la historia!, parezco mi madre!!!
    Besos

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