domingo, 12 de febrero de 2012

Panes y presentaciones.

Chicos, chicas, aplaudidme: he hecho mis primeros panes en la Thermomix, y me han salido de rechupete. Con masa madre y todo, oiga.
Es un gustazo eso de no tener que estar amasando a mano media hora...
El primer pan fue el de esta receta. Muy rico, pero se nota que era el primero. Soy muy impaciente y no suelo respetar los tiempos de levado. Éste fue el resultado.

Tula Malcriada
 Y ayer hice otros dos: uno dulce, con canela, miel, manzana, nueces y pasas (delicioso), y otro salado. Las recetas, aquí y aquí.
El resultado:
Tula Malcriada

Tula Malcriada

No os imagináis lo buenísimos que salieron. Anita, una de las invitadas, habla en su blog del encuentro. Por cierto, que me salió un hummus exquisito. Le di mi toque mágico con las especias llamadas Ras el Hanout y fue todo un acierto. 
Y sí, un fin de semana más me he saltado la dieta. Pero es que casi 2 kilos menos merecían algún premio, no?
We Heart It

Y como lo prometido es deuda, me toca hablaros de mi amigo Javi, el escritor. 
Javier Gutiérrez Rubio. Un economista reconvertido a la fe literaria. Un sinvergüenza de las letras. Se ha cumplido su sueño y, después de varios premios y dos libros (modestamente) publicados, ha conseguido fichar por una de las grandes editoriales, Mondadori. 
Desde que descubrí Tipos Infames (gracias a Javi), esta tipa no ha vuelto a pisar un CasadelLibro ni un Fnac, pero volveré sólo para ver al Buen Chico de Javi en una estantería comercial. Un tissue, por favor. 
Javier Gutiérrez

Un Buen Chico se llama la novela. Sale a la venta y se presenta el día 16 (aún no sé dónde, os iré infomando) y yo estoy deseando de que caiga por fin en mis manos. El cariño que le tengo me impide ser objetiva, así es que, antes de leerlo ya os puedo decir que me encanta. Pero es que tiene un don, es un escritor fluido, no forzado. Me gusta su estilo. Disfruto leyendo cualquier cosa que escriba, hasta un email. 
He leído por la red que Un Buen Chico es una inusual muestra de ambición literaria al tiempo que una lectura hipnótica y profundamente perturbadora. Amén, no tengo nada más que añadir. 
Mucha mierda, Javichu. 

Todas las canciones son canciones de amor

Hay algo antinatural en releer imeils del pasado. Algo monstruoso en desandar el camino desde el presente hacia el pasado a través de esos textos improvisados, escritos deprisa y corriendo, en la oficina, en el portátil sobre la mesa de la cocina. Unas palabras, en la mayoría de los casos, insustanciales, mecanografiadas sin ningún cuidado, sin apenas puntuación, sin mayúsculas. Un texto escrito para durar un minuto y que, sin embrago, permanece, mensajes que con el paso del tiempo se cargan de un sentido inesperado. Adquieren un peso moral, un brillo de emoción para los que no estaban pensados. Con el tiempo cualquier combinación de palabras corrientes puede matarte de nostalgia.

Uno tiende a recordar pasados esquemáticos, listas de pros y contras, escenas significativas por eso cualquier frase de pronto puede dejarte sin aliento, puede romperte la cara. Como por ejemplo, “compra pan, mi amor, corre, la cena casi está en la mesa”. Es el contexto que rodea aquellas pocas palabras, es el silencio que las envuelve -un silencio tan inmenso y lleno de matices- lo que hace que esas pocas palabras ahora, releídas con el paso del tiempo, parezcan fósiles marinos y otras muestras minerales, en definitiva, las pruebas irrebatibles de la existencia geológica de tu paraíso perdido, de un manto de felicidad sepultado por el tiempo. Sí, cualquier combinación de palabras, como “corre, compra pan”, puede golpearte como fósiles marinos y rocas etiquetadas lanzadas a mala hostia a la cara.


Las palabras permanecen, los contextos han evolucionado con el tiempo, han mutado. Desaparecido. Te quiero, dicen los imeils del pasado. Te espero, tal vez no debí, hoy no creo que, me parece que yo no, qué tal mañana, ¿llegaste a tiempo?, gracias por todo, lo siento muchísimo, ya sabes nunca llueve a gusto de, confía en mí, te quiero tanto tantísimo, te espero, corre, la cena ya casi.


Macho, lees un imeil de doce palabras y dan ganas de salir corriendo, de comprar una barra de pan, seguro que era invierno, espera, puede que incluso fuera Navidad, por favor, mi amor, ya llego, no empieces sin mí, si estoy al lado de casa. Lees un imeil, dan ganas de. Y por supuesto imposible recordar esa noche en concreto, imposible saber si al final compraste el pan o no, qué preparaba ella de cena mientras escribía, si aún os queríais o si ya no estabais tan seguros, si visteis una película más tarde o por el contrario os tragasteis cualquier cosa que echaran por la tele.


Dan ganas de salir a la calle y correr, pero correr adónde, no sé, dan ganas de correr, de comprar una barra de pan a la carrera, sólo quedan dos barras en todo el mostrador, pagar a toda prisa y ganas de correr con la barra en la mano, agitándola en el aire frío de la noche, ¿pero correr adónde?, qué más da, sólo correr entre la gente, con el abrigo abierto, correr esquivando a los transeúntes, pidiendo perdón sin detenerse, sólo correr bajo los carteles luminosos, correr contra los escaparates aún iluminados con la barra de pan en alto, esquivando a la gente.


Debería estar prohibido releer los imeils del pasado, igual que debería estar prohibido escuchar a The National obsesivamente como hago ahora. Es que, macho, lees cinco palabras, cualquier cosa al azar, y qué ganas de correr. Cinco palabras de mierda y ganas de correr, de subir los cuatro pisos saltando los escalones de dos en dos, qué ganas de abrir la puerta y encontrarla con el delantal puesto y música en el Ipod y una copa de vino entre las manos, qué ganas pero resulta que cuando llegas arriba la llave ya no encaja en la cerradura, es demasiado tarde, ni siquiera ella vive ya allí, y entonces te preguntas sosteniendo la llave equivocada frente a la puerta equivocada, te preguntas qué estoy haciendo aquí con una puta barra de pan en la mano y es en ese momento cuando escuchas que alguien sube a grandes zancadas las escaleras, también lleva abrigo y tal vez se dé un aire a ti, más guapo, tal vez un aire, lo ves subir y te apartas, desandas un par de pasos,  el tipo te saluda como si fueras un vecino, sin mirarte, rebuscando las llaves en el bolsillo, ansioso, haciendo malabarismos para que no se le caiga su propia barra de pan, y la chica abre la puerta, una chica muy parecida a ti, igualita de hecho, puede que más joven, puede que ambos sean más jóvenes después de todo, y entre sus dos cuerpos aún eres capaz de ver la luz cálida de la lámpara de pie que un día fue vuestra lámpara y de escuchar la música en el Ipod y hasta crees oler algo apetecible al fuego. Y ellos dos se vuelven extrañados de que permanezcas ahí de pie, paralizado, y tú dices. En realidad no dices nada, sólo gesticulas con las manos y sonríes y señalas el piso de abajo como si te hubieras equivocado de planta y sales a la calle y llamas a toda la agenda del móvil porque no quieres pasar solo esa noche tan fría, y empiezas por la a y si hace falta acabarás por la zeta, porque esa noche, puede que incluso sea Navidad (no Nochebuena pero sí esa misma semana o la semana anterior o posterior) porque esa noche no la quieres pasar solo, y aunque sea –y ya tiene que estar jodida la cosa- llamarás a tus padres para que te inviten a cenar. Y tu madre te animará a ir y luego extrañada te preguntará si estás bien y tú sí, mamá, muy bien e inventarás cualquier excusa, seguramente que se te ha jodido la calefacción, sí, esa es una buena excusa y luego añadirás que el pan, sí, que el pan ya lo llevas tú.

Javier Gutiérrez Rubio

15 comentarios:

  1. Tula enhorabuena, yo ando con mi marido como tú, está haciendo panes, croissant, en fin que llega el fin de semana y venga a cocinar, y eso sí también con la masa madre. Ya le dije después de leer tu entrada que también quiero un pan de los dulces. Enhorrabuena también a Javier por su fichaje. La verdad no leí nada de él todavía, así que gracias por la recomendación. Un beso. Ana.

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  2. Dos kilos yá..entonces te mereces un respiro!y con esos panes cerca es difícil no caer.

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  3. Jolín!!, tiene una pinta estupenda!!
    Bss

    www.leclusedecor.blogspot.com

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  4. Me ha encantado cómo escribe este chico, conecta muy bien con el lector y transmite perfectamente la impotencia de esos momentos. Por eso no guardo casi nada que me recuerde lo que ya no tengo. Si el libro es la mitad de bueno me lo compro, mucha suerte!

    Ah!, y los panes tienen muy buena pinta:

    soytanraraquesoynormal@gmail.com

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  5. Me ha encantado el texto. Macho, dan ganas de correr a comprar el libro. :D

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  6. Ya le dije yo a Anita que necesito hacer ese pan que ya me olía (vi) que llevaba nueces...qué bueno tiene que estar!

    Te mando la invitación a mi blog! Espero que te guste y te quedes eh!

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  7. Wuauuu, el pan tiene una pinta exquisita, y ya leí a Anita que el hummus estaba riquísimo. Iré por ese libro, manternos informadas de los puntos de venta. Salu2

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  8. Que delicia esos panes! te has convertido en una verdadera maestra panadera!
    beso grande y buena semana!

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  9. Hacer pan casero, con su masa madre y todo, es uno de mis propósitos para el 2012. Una vez leí en un blog que una vez que haces tu primer pan, no vuelves a comprarlo fuera, y si a eso le añades que el pan que venden aquí me gusta poco, pues eso.
    Respecto al hummus, lo ví en el blog de Anita y se me hizo la boca agua!
    Y respecto al libro, tiene buena pinta, así que lo anoto.

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  10. Al final hay presentación oficial o me lo compro en el cortinglé? Ya se lo dije a él, que me salía más barato :P

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  11. Vale, ésta es la definitiva.
    El libro sale a la venta el 16 de febrero, y la presentación es el día 7 de marzo en Tipos Infames, cómo no...
    Lulú, hemos hecho quedada con él el 16. Después nos whatssapeamos y te doy detalles.

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  12. Hacer pan es una razón por la que me compraría la termomix.
    Un beso.

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  13. Tengo la thermomix desde hace ya algunos años y te puedes creer que todavía no he hecho ningún pan.. soy la peor.
    Los tuyos tienen muy buena pinta así que me animaré :)
    Bss

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  14. Mucha mierda a Javi de una futura lectora suya
    Y los panesv tienen tal pinta que me das una envidia horrible.
    Suertuda
    Por tu amigo y por tu pan

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  15. Te he descubierto hoy, me encantas, necesito ese libro. Y lloró con ese texto que me parece inmenso!!!!

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