No tengo tiempo para actualizar el blog, y mire que me jode. Pero es que no hay manera. Así es que como ya toca y no me puedo dedicar demasiado, actualizo aprovechando un post que le ha dedicado Anita al regalo que le hice por su cumpleaños: una báscula de campo de concentración, como la llamó ella.
Mr. Tyler y yo nos fuimos al Rastro a buscar el tesoro para ella. Ningún lugar mejor que el Rastro para acertar.
Cuando la vimos tirada en el suelo ambos nos paramos en seco, nos miramos y dijimos "esto, sin duda!". Nos pesamos los dos para ver si funcionaba y, efectivamente, va de maravilla. Así es que allá que nos fuimos el mister y yo tan felices báscula en mano. No os podéis imaginar lo que pesa la condenada, de hierro macizo! Antes de abandonar el Rastro nos tomamos una cerveza en un garito típico. Dejé la báscula en un taburete y le empujé sin querer. Se cayó al suelo y cuando la cogí vi que había hecho un agujero en la loseta. Tula cargándose la historia madrileña... Moví con discreción el taburete hasta poner la pata justo tapando el agujero y nos fuimos de aquel sitio inmediatamente...
Cuando le dimos el regalo a Anita, lo primero que dije fue "ten cuidado de que no se te caiga al suelo o matarás a tu vecino de abajo"
Anita, disfrútala y love forever and ever.
Ya la vi en su blog, y es preciosa sin duda... para mi cumple a ver si me consigues una igual!!
ResponderEliminar:-)
Besos!!
:))))))))))))))
ResponderEliminar:*
jajjajajjajaa me parto contigo!
ResponderEliminarya veo que nos tienes abandonados...ya te vale...
bsos