Os echaba tanto de menos...

En fin, que ya estoy de vuelta. Con nueva vida, nuevas expectativas, muchas dudas, miedos y cientos de horas libres. Sí, es lo que tiene quedarse sola. He tenido pareja desde los 19 años, nunca he estado sola y no sé si no se me hará demasiado cuesta arriba. Todo el mundo me dice que la vida de soltera está genial, que en cuanto te acostumbras son todo ventajas, que estoy en la edad y situación ideal para disfrutar de la soltería. 

Pero yo es que no lo veo claro. Quizás es cuestión de tiempo, que no digo que no, pero se me hace muy raro llegar a casa y no recibir mi beso y mi abrazo de bienvenida, que nadie me caliente los pies en la cama, ni me arrope a media noche, que nadie me consuele en mis horas chungas, no tener quien me vaya contando las escenas más gore de las películas de miedo mientras yo me tapo los ojos, y que me acompañe después al baño porque yo me muero de miedo si voy sola. Son tonterías que a mí me hacían sentir segura y feliz. Voy a echar tantas cosas de menos...

Las separaciones siempre son duras, dicen, pero cuando la otra persona siempre te ha tratado como a una princesa, son mucho más duras aún. 

Mr. Pátula y yo hemos sido más felices de lo que podíamos desear. Han sido unos años maravillosos que no podían terminar en tragedia, por lo que hemos decidido separarnos pacíficamente y sin grandes dramas. Espero y deseo que quede una amistad sólida y profunda para siempre, porque a las personas buenas no se las debería perder de vista nunca. 

El tono de este blog, posiblemente, cambiará; ya no es todo de color de rosa, tendré que enfrentarme conmigo misma, que no me conozco, y tendré que mirarme al espejo y aprender que ésa de ahí soy yo y que estoy sola. Tendré que rebuscar en el fondo de mí misma y descubrir todo lo que ha andado tanto tiempo escondido y perdido o, simplemente, invisible ante mis ojos. 

Si desvarío, que no os extrañe. Si lloro, abrazadme. Y si desaparezco, buscadme. 

Gracias a todos por vuestros mensajes de cariño. Estos días, aunque no he escrito nada, he entrado a diario para leer y emocionarme con vuestras palabras cálidas y cariñosas. Procuraré agradeceros uno por uno el detalle de venir a mi casa y darme un achuchón necesario. Nunca pensé que en un lugar tan frío como Internet podría encontrar a tanta gente maravillosa, gente que sólo quiere ayudar, dar ánimo a cambio de nada. 

De verdad, gracias,

y MIL BESOS para ti...