Cómo disfruté del recital-concierto de Ignacio Martín y David Moya... Cuánto arte junto!
Me acompañó, como siempre, mi amiga R., que no tiene ninguna afición por la música de autor pero a la que, sorprendentemente, también le encantó el espectáculo.
Fue una noche maravillosa e inolvidable...
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Foto by Mar Goizueta |
Ignacio me ha prestado amablemente un poema inédito que leyó el viernes y que nos dejó a R. y a mí boquiabiertas y con alguna lagrimilla caprichosa resbalando mejilla abajo.
Qué mejor manera de desearos una feliz semana!
Ante este poema sobran todas mis palabras...
"Era hermoso saberme entre tu nombre,
y por eso ahora duelen y sangran mis labios.
Es amargo pronunciar lo que termina en nada…
Vuelvo a verte,
y sé que es posible que ya encierres en otro nombre
tu presencia, tus miradas,
la dorada humedad de tu cabello, tus manos frías.
Ahora es de noche,
y tu último adios
me devuelve la certeza de que ya no eres cierta…
¿Es verdad que tu boca irá deshabitándose?
No puedo imaginar que alguien te llame,
allí por ese reino donde ahora enmudeces,
mordiéndote los labios como lo hacía yo entonces.
Aunque sea triste, quizá eso sea vivir:
ir olvidando.
Ver que mis palabras están llamando a nadie..."