Y es que cada vez que viajo a algún sitio que me encanta, vuelvo con la sensación de que ése es el lugar en el que quiero vivir el resto de mi vida. Pero vaya, que me dura hasta que vuelvo a viajar.
Aún así, creo que esta vez sí que he encontrado mi sitio.
París.
Sí, señor.
Si no fuera por los precios que gastan...
Mr. Tyler y una servidora hemos estado una semana en la ciudad del Sena y un pedacito de mi corazón se ha quedado ya para siempre allí. Lo mío con París viene de largo, ando obsesionada desde hace años con esta ciudad y he dado pistas en alguna ocasión.
También llevo años diciendo que me casaré con el hombre que me lleve a París, así es que el pobre de Mr. Tyler ha ido un poco acojonado, por qué no decirlo, jjjjjj...
Al final se nos jodió la escena de la petición de matrimonio en lo alto de la Torre Eiffel porque nos cayó el chaparrón del siglo y tampoco era caso de hacerle al pobre que hincara rodilla en pleno charco, pero no pasa nada... Volveré!
De París me ha gustado todo. El poderío histórico y arquitectónico es una barbaridad, hacen como nadie el pan y la bollería, se mueven en bici y tienen un sistema genial de alquiler de bicicletas por toda la ciudad, tienen una vida cultural bastante rica, son muy educados y en los comercios siempre saludan y se despiden con una gran sonrisa. Y así un montón de cosas más. Pero lo que más me ha gustado, sin lugar a dudas y a pesar del mister, han sido las tiendas vintage. Oh my Dior!!!! No me lo podía creer, hay un montón de ellas, más caras, más baratas, más y menos ordenadas, de marca o no, pero casi todas con prendas y complementos muy bien escogidos. Me ha gustado que la gente parece que allí sí le da valor a este tipo de mercado. Estuve en una que me llamó mucho la atención porque pagabas según pesaba la ropa. Se llama Kilo Shop. Pero por no darle mucho la chapa al acompañante, no me paré a probarme nada, así es que tampoco compré.
No he dicho que fuimos en coche, no? Pues sí, en coche desde Madrid, parando a hacer noche en el País Vasco. Hicimos así el viaje porque nos apetecía ver el paisaje francés (maravillosisisisisisimo) y porque sabía que querría traer algo de allí y que no me cabría en una maleta de Ryanair. :-)
E hicimos bien porque nos trajimos un cajón de vino que nos regaló una amiga, una caja de mercancías de la India que encontramos tirada en la calle y una lámpara maravillosa (nunca mejor dicho) que yo llevaba tiempo buscando desde que la vi en un showroom de Madrid. El chico de la tienda Fleux me dijo que en España no hay distribuidor oficial, así es que no había opción.
Y nuestra es.
Pero eso es harina de otro post. Ahora pondré las fotos de París, que es de lo que he venido a hablar.
Paris es de las ciudades más bonitas en las que he estado...es majestuosa, vas por la calle y te sientes..no sé, alguien importante jajaja, lo que no me gusta mucho son los parisinos, demasiado ..snobs?
ResponderEliminarbss Tulitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
A nosotros también nos gustó mucho, aunque apenas estuvimos dos días, pero volveremos.
ResponderEliminarMuchos besos!
Ay, qué de fotos de mi Marais del alma... En mes y medio vuelvo, ¡qué ganas!
ResponderEliminarUn beso, herposa!
Sólo estuve una vez en París hace unos 15 años y me encantó, pero estoy segura de que hoy en día me gustaría mucho más. La edad tiene eso, apreciás las cosas de otra manera, como el tango o el vino, que empiezan a gustarte de verdad a partir de los 30 (y yo hace rato que los pasé ;-).
ResponderEliminarSigo esperando que nos muestres tu nuevo nidito porque ya imagino cómo andan descalzos por los pasillos con una taza de café en la mano, los dos, felices, muertos de la risa.
Un abrazo.
Viví un año entero en París, pero hace mucho, del 82 al 83 y fue una de las épocas más bonitas de mi vida. Es una ciudad que te enamora, en cada esquina, en cada calle encuentras algo interesante. La comida, la gente, la música, la luz, las noches, todo. He vuelto varias veces y me sigue pareciendo una ciudad increíble. besos.
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